Ars
EL QUE VIAJA SIEMPRE LLEGA A SU FIN, EL QUE PEREGRINA VUELVE A COMENZARConoce un poco más sobre este destino
Ars, pequeño pueblo cercano a Lyon en Francia, con solo 900 habitantes, atrae 500,000 peregrinos de todo el mundo cada año.
La iglesia, reconstruida por San Juan María Vianney, conduce a la basílica donde se venera su cuerpo. El santo llegó aquí en febrero del 1818 y, por mas de 41 años, recibió a multitudes que venían atraídas por el Espíritu Santo para reconciliarse con Dios en el sacramento de la confesión.
San Juan María Vianney
Nacido el 8 de mayo de 1786 en Dardilly, cerca de Lyon, de una familia de agricultores, Juan María Vianney más tarde conocido en todo el mundo como el santo cura de Ars, vivió una infancia caracterizada por el entusiasmo y el amor de sus padres. A los 20 años comenzó a prepararse al sacerdocio con el P. Balley, párroco de Écully. Las dificultades van a crecerlo: pasa del desaliento a la esperanza, va en peregrinación a la Louvesc, a la tumba de San Francisco Régis. Se ve obligado a convertirse en desertor cuando debe entrar en el ejército para ir a combatir durante la guerra de España. Pero el P. Balley sabrá ayudarlo durante estos años de pruebas.
Ordenado sacerdote en 1815, es en primer lugar vicario en Écully. Llegado a Ars despierta la fe de sus feligreses por sus predicaciones, pero sobre todo por su oración y su manera de vivir. Se siente pobre ante la misión que debe realizar, pero se deja llevar por la misericordia de Dios. Restaura y embellece su iglesia, funda un orfelinato, "El Providence", y toma cuidado de los más pobres.
Muy rápidamente, su reputación de confesor le atrae numerosos peregrinos que vienen a buscar ante él el perdón de Dios y la paz del corazón. Ante las muchas pruebas y combates, guarda su corazón arraigado en el amor de Dios y de sus hermanos ; su única preocupación es la salvación de los almas. Sus catequesis y sus homilías hablan sobre todo de la bondad y de la misericordia de Dios.
Sacerdote que se consume en amor ante del Santísimo Sacramento, totalmente entregado a Dios, a sus feligreses y a los peregrinos, muere el 4 de agosto de 1859, después de haberse entregado hasta el final del Amor. No era fingida su pobreza. Sabía que moriría un día como "prisonero del confesonario". Por tres veces había intentado huir de su parroquia, creyéndose indigno de la misión de párroco y pensando que era un obstáculo a la bondad de Dios más que un signo de este Amor. La última vez, fue menos de seis años antes de su muerte. Fue encontrado durante la noche por sus feligreses, que habían tocado la campana para avisar de su huida. Volvió a su iglesia y se puso a confesar, a partir de la una de la mañana. Dirá el mismo al día siguiente : "hice el niño". En su entierro había una muchedumbre de más de mil de personas, y entre ellas el obispo y todos los sacerdotes de la diócesis, venidos a rodear al que ya era su modelo.
Beatificado el 8 de enero de 1905, fue declarado el mismo año patrono de todos los párrocos de Francia. Canonizado por Pío IX en 1925 (el mismo año que santa Teresa del Niño Jesús) fue proclamado en 1929 “patrono de todos los párrocos del mundo”. El papa Juan Pablo II vino a Ars en 1986.
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